domingo, 27 de febrero de 2011

MICRORRELATOS DE 1ºA

 Foto del ojo en la cerradura

- DAVID BARBOSA (1ºA): ESPIAS EN EL VECINDARIO 
Érase una vez una familia que siempre sospechaba de todo.Un día llegaron unos vecinos nuevos. Ellos querían conocerlos pero no se atrevían a hablar con ellos, así que los espiaban. No descubrieron nada de ellos, parecían una familia normal. Hasta que un día vieron un ojo mirándolos por la puerta y descubrieron que los sospechosos eran ellos. Y también, la incomodidad que se siente cuando alguien te espía o sospecha de ti.

- MARÍA COMESAÑA (1ºA): EL SECRETO DE MI MADRE
Vivo en una casa cerca de la playa. Es muy grande, con muchos cuartos. Pero el problema es que mi madre no me deja nunca subir al desván.
Un día oí un ruido allí arriba, en el lugar prohibido, y me acerqué despacio y con cuidado. Me asomé por el agujero de la cerradura de la puerta y cuál fue mi sorpresa: había una piscina enorme donde solo veía una cola, una cola como la de una sirena. Cuando pude ver la parte superior…¡Aaaah! ¡Era mi madre! ¡Mi madre es una sirena!

 -RAÚL LÓPEZ DURÁN (1ºA): DETRÁS DEL CERROJO                    
Tras el cerrojo, se encontraban la madre y su hijo jugando. El pequeño oyó de pronto un ruido raro fuera y se puso a mirar por el cerrojo. Entonces vio a alguien sospechoso. En esa zona ya venían dándose casos de robos a las casas.  Avisó a su madre y se prepararon para darle con un bate… Cuando entró… ¡booom! el bate dio en su cabeza y tiró a esa persona  en el suelo, dejándola inconsciente… y esa persona era Marta, la vecina, que acudía regularmente a limpiar la casa.

- IMEN BENSALIM (1ºA): DESENGAÑO
.Estaba loca en el rastro de mis adentros, perdida, sin saber lo que era cierto y lo que no. En el fondo y detrás de la puerta, veo pasar el miedo. Para las angustias, yo era la primera. Tenía tantas ilusiones, te quería tanto… Pero con solo mirar por la cerradura, vi cómo se desvanecía todo y cómo mi cielo se volvía gris cada día. No quería aceptarlo, no. Y sigo luchando cada día con todas mis fuerzas para que eso no pasara, y para conseguir lo que más anhelaba: estar con él. Mis dudas no me dejan mirar hacia delante y saber lo que quiero. Pero ahora sé que jamás debí mirar por el ojo de la cerradura. Aunque ahora ya sé cómo eres en realidad. Y estás a la cola de las personas con las que hablaría en este mundo.

- ANTÍA HERRERO (1ºA): Una mirada extraña
Todos los días al despertarme, me lavaba la cara e iba a la cocina, desayunaba y me vestía para marcharme al colegio;  pero un día, mientras me aseaba en el cuarto de baño, sentí que alguien me estaba observando. Cuando más tarde llegué al colegio y me senté en mi sitio, me di la vuelta para coger la carpeta de Lengua y también tuve la misma sensación de que alguien estaba respirando cerca de mi cuello. Muy asustada,  me di la vuelta rápidamente pero no había nadie. ¿Sería producto de mi imaginación?                                                                                                              
A la mañana siguiente fui al colegio de nuevo.  Justo antes de tocar el timbre que anunciaba el ansiado recreo y de que el pasillo se llenara de gente, entré en el baño. Y también allí, como en el día anterior,  me pareció que alguien entraba; miré por la cerradura y … ¡¡¡era Julia, mi mejor amiga¡¡¡ Estaba con un chico algo raro, al que le pagaba para que me espiara.
De esto hace ya veintiséis años y aún no sé por qué mi amiga pagó a ese chico para que me espiara; pero solo sé que desde aquel entonces,  no han dejado de sucederme cosas extrañas.
- JAVIER LAGO (1ºA): EL REINICIO
Cuando me asomé por ahí, solo vi luz, luz, luz, y más luz. No me imaginé nada, como pasa en las películas; es más, lo último que recuerdo fue que alguien abrió la puerta y me empotré en ella.
Cuando antes me hube asomado por la cerradura, vi a otra persona y comprendí que yo no era el único ser que habitaba este planeta destruido en el que vivimos, debido a la radioactividad.

  Foto de la casa

- ANTÍA HERRERO (1ºA): MISTERIO EN LA CASA DEL BOSQUE
Villa Dorita es un pueblo tranquilo con sus casas y su colegio, pero un día, David y Ramón decidieron ir a dar un paseo hasta la casa del bosque. No era el lugar más indicado para dos niños de su edad, pero quizá el hecho de que sus padres se lo hubieran prohibido, aumentó las ganas de ir hasta allí. Así que, picados por una enorme curiosidad, llegaron hasta la casa.
Hicieron el ademán de entrar, pero en ese momento, ya en el porche mismo, la puerta se abrió. Los dos hermanos entraron; claro, el mayor, por ser el mayor, entró el primero. Nada más entrar vieron unas grandes escaleras que se dividían en dos direcciones, separando la casa en dos lados. Los niños decidieron seguir juntos por un mismo camino, así que eligieron la escalera de la derecha. Les pareció oir un ruido en una habitación y entraron. Todo estaba oscuro, no se distinguía nada, pero Ramón, siempre tan preparado, sacó una linterna de su bolsillo del pantalón y vieron a una persona sentada en el suelo, hablando sola. De pronto, esta se dio la vuelta y agarró a los niños.
Dicha persona era un niño que había desaparecido hacía veinte años. Ahora ya era un adulto. Los niños y el hombre hablaron y este les contó que un hombre lo tenía secuestrado. De repente, se oyó un portazo. El hombre les obligó a esconderse y les dijo que ahora él era su secuestrador. Pero los hermanos tenían claro que la historia del secuestrador ya no se volvería a repetir, y menos siendo ellos las víctimas del secuestro. Así que Ramón sacó su bote de humo prensado y en medio de la confusión, agarraron al hombre por los pies y lo ataron. Lo metieron amordazado en la carreta de la leña y se presentaron ante la policía. Al día siguiente fue noticia: dos niños descubrieron al mayor delincuente de la zona en los últimos tiempos.

-RAÚL LÓPEZ DURÁN (1ºA): CASA TENEBROSA
Detrás de los árboles, se encontraba la casa tenebrosa. En ella había un anciano que invitó al chaval a entrar. Se quedó detrás del muchacho con una navaja en la mano, se la acercó al cuello y… le cortó el pelo. El chico quedó asustado y salió corriendo. Cuando llegó a su casa, su madre lo miró y le felicitó por ese corte de pelo que le quedaba tan bien.

- IRIA LAURA GARRIDO (1ºA): ESE ERA ÉL
Había una vez una casa construida en un cementerio encantado. Un anciano quiso vendérsela a una familia. Ésta, al ver lo grande y amplia que era la casa y lo poco que costaba, aceptó de grado. Al empezar a vivir en ella, cada miembro de la familia fue muriendo hasta que solo quedó el padre. Éste se fue haciendo anciano y descubrió que el señor que les había vendido la casa era él mismo.

- TALÍA ANGULO (1ºA): La  casa de las ilusiones
Era un día muy nublado y oscuro. Javier se dirigía a su casa, cuando escuchó una música  muy fuerte procedente de una casa vieja y tenebrosa. El joven pensó que estaban haciendo  una fiesta, pero por pura curiosidad, se acercó a la ventana .De repente  alguien por detrás  le tocó en el hombro.
Era un hombre mayor. Le preguntó si quería pasar y el joven aceptó gustoso. Cuando entró, la casa estaba llena de gente. Durante toda la noche comió, bailó y se divirtió  como nunca, hasta que de un momento a otro se durmió.
A la mañana siguiente, se despertó en su cuarto, pensando que medio dormido se había ido de la fiesta. Por la tarde decidió volver, pero se quedó boquiabierto, no se escuchaba música, no había nadie; es más, parecía que no había entrado  nadie desde hacía tiempo pues una enorme tela de araña cubría la entrada. La casa estaba abandonada.

- JAVIER LAGO (1ºA): LA CASA-CARNICERÍA
Después de salir de los matorrales para seguir a la persona que no figuraba en los archivos,  encontré con la mansión más grande que nunca había visto. Estaba todo apagado; de repente, una luz iluminó un cuarto como si a aquella persona se le estuviese iluminando la vida. Cuando intenté ver por aquella ventana, tuve la sensación de caerme al vacío, porque había atravesado el cristal sin romperlo. Y pude observar que esa anciana en aquella mansión, tenía una auténtica carnicería humana.

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